Diría que leer por placer es una de las dimensiones de la lectura
que más cuesta promover entre mis alumnos.
Aquí identificaría diversos factores que inciden en esa dificultad:
El primero, el hecho de que es el alumno, y a priori nadie más,
sobre el que recae la iniciativa. A esto añadámosle que sea un
proceso que suele realizarse a expuertas del centro educativo y sobre
el que influye de forma decisiva la falta de hábitos lectores en casa
(según una reciente encuesta, un 38,2% de la población española o lee muy ocasionalmente o nunca). Y, aunque la cosa está chunga, la lectura por placer sigue dándose, ya sea desde la literatura juvenil, los tebeos de superhéroes, los mangas y la fan fiction, a los que hoy en día es extremadamente sencillo acceder gracias a aplicaciones para dispositivos móviles (Webtoons, Whattpad, etc).
Sin Joe Dever The Kai Chronicles nunca habría visto la luz |
Es aquí donde uno tira de memoria y recuerda que allá por los
ochenta, cuando uno era un mozalbete, las cosas eran muy diferentes. Los librojuegos estaban de moda
(yo no era consciente de hasta dónde alcanzaban sus cotas de
popularidad hasta que me leí este enlace) y fueron, junto con los
tebeos y algunas novelas de misterio y aventuras, los que me
atrajeron sin remedio a esos mundos de papel cuyo hechizo me atrapó
y todavía no me ha dejado ir treinta y pico años después.
Parece que ahora los librojuegos están volviendo (como tantos otros
fenómenos nacidos en esa década rebosante de nostalgia), y no sólo
para una audiencia más o menos marginal que bien pudiera moverse
dentro de unos círculos relacionados de forma tangencial con el rol
como entretenimiento, de como puede deducirse de la colección
publicada por la editorial Nosolorol, sino también para un público
masivo, como se deduce de la espectación creada por uno de los
episodios de la distópica serie The Black Mirror, emitida por
Netflix.
Ahora bien, los productos, o mejor, algunos de ellos, han
evolucionado para adaptarse a los nuevos tiempos, adoptando un
formato diferente, como el del tebeo, del que son ejemplos los libro-juegos recientemente publicados por Más que Oca, especializada
en juegos de mesa, o como el digital, que es donde se sitúa este The Kai Chronicles que descubrí recientemente gracias a mi amigo Borja y que me devolvió a mis años de pre-adolescente fagocitador de cualquier cosa que oliera mínimamente a fantasía.
The Kai Chronicles es una app de descarga gratuita donde se recogen los primeros doce librojuegos, disponibles tanto en inglés como en castellano, de una conocida saga de los ochenta que los fantasy fans del momento conocíamos como "los de Lobo Solitario". Como muchos librojuegos, se nos proporciona un personaje al que podremos personalizar en lo básico (características definitorias y equipo con el que comienza), y que vendría a ser el último superviviente de una casta de monjes guerreros en un mundo imaginario (para que os hagáis una idea, a mí se me antoja una especie de caballero jedi dentro de un contexto medieval fantástico). Cada libro presenta una misión que se lleva a cabo a partir de las decisiones que se ve obligado a tomar el jugador y, a diferencia de una novela convencional dividida en capítulos con texto continuo, aquí los textos tienden a ser breves, representativos de una escena o de un momento dado de la misma, contando con ilustraciones ocasionales, de forma que quizás resultan más atractivos para alguien no habituado a la lectura. Además la posibilidad de la derrota, representada por la muerte del personaje, siempre está ahí: No sólo son nuestras decisiones las que pueden ser fatales, sino que también se introduce un componente azaroso y lúdico en la forma de una tabla con posibles resultados de tiradas de un dado, que la aplicación maneja con agilidad, y que determinan el grado de éxito o fracaso de algunas de esas decisiones, cuya resolución nos transmite una gran verdad sobre la que construir el aprendizaje individual: todas nuestras decisiones tienen unas consecuencias concretas. Personalmente creo que este es uno de los mayores atractivos de este tipo de libros, y al mismo tiempo diría que acostumbra al lector a tratar con la frustración resultante de ver morir a un personaje con el que, a base de pasar páginas y acompañarle en sus aventuras, acabas cogiendo cariño. Finalmente, encuentro interesante señalar que la aplicación te permita "guardar la partida" y ver progresar a tu personaje de libro en libro, en función de la experiencia acumulada con la que el lector puede adquirir habilidades especiales y unas ganancias que puede invertir en adquirir nuevo equipo.
Ahora, después de haberos hablado de este regreso de los librojuegos me asalta una pregunta: ¿Creéis que el formato sigue siendo atractivo y válido para los adolescentes del siglo XXI?
Ay! Esas ilustraciones originales tan old-school...! |
Ahora, después de haberos hablado de este regreso de los librojuegos me asalta una pregunta: ¿Creéis que el formato sigue siendo atractivo y válido para los adolescentes del siglo XXI?
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